viernes, 9 de abril de 2010

Palabras para Julia

Recordé por ahí que se había mencionado en clase la película "Kamchatka". Lo que no recuerdo es si se habló (o yo lo imaginé) del tema que cierra la película. De no ser así, me importa un cuerno, lo pongo porque me gusta y ya.

"Palabras para Julia" es un poema del español José Agustín Goytisolo, quién se lo escribe a su hija, Julia. Otro español, Paco Ibañez, le puso música. Luego, se hicieron varias versiones a partir de esta, la de "Kamchatka" en particular, es la de Liliana Herrero.

Cuando se investiga un poco por qué la escribe el poeta español, a quién, qué le había pasado, su participación política, la letra empieza a cobrar varios significados, más allá de la individualidad de "Julia". Se entiende por qué fue bastante conocida durante los ´70, no solo en este país y por qué no es casualidad que la cante Liliana Herrero. No es casualidad, tampoco, que la hayan elegido para "Kamchatka".

Les paso el poema entero, la canción es una versión resumida, y les dejo un video.
Palabras para Julia

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
Te sentirás perdida o sola
Tal vez querrás no haber nacido

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en como ahora pienso.

Un hombre solo una mujer
así tomados de uno en uno
son como polvo no son nada.

Pero yo cuando te hablo a
cuando te escribo estas palabras
también pienso en otros hombres.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella tu verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en como ahora pienso.

PD: al de allá al fondo que iba a hacer una pregunta: sí, por si no se notó, la canción me encanta.

martes, 6 de abril de 2010

Con ustedes...

Me llamo Pablo, tengo 28 años y este es mi primer año en la carrera. “¡¿28!?” Sí, bueno. Si la sorpresa es porque no los parezco, ya me acostumbré a no parecerlos. Y si es por eso de que hay ciertas edades para hacer ciertas cosas, también me acostumbré. No, ya sé que no tengo 50. Pero para los alumnos que recién salen del secundario, llama la atención. En cambio, para mis compañeros de trabajo, que andan con algunos años más a cuestas, les parece genial. Con su mejor cara de “tío copado”, te ponen una mano en el hombro y te lanzan un paternalísimo “me parece bárbaro…si yo tuviera tu edad, pibe…”. Para algunos me “pasé” un poquito, otros querrían estar en mi lugar. Flotando entre esas dos formas de ver el asunto, me asomo a esta carrera. Quizás podría haberla empezado antes, pero no se pudo. ¿O sí? El trabajo, esas cosas y vaya uno a saber… Creo que ahí hay otro fetiche parecido al de la edad “adecuada” para estudiar: el del título universitario. Van de la mano, estoy seguro. La misma neurona que dice “dale que pasan los años y todavía no estudiaste nada” debe ser la misma que pide a gritos el cuadrito en la pared. Con qué facilidad me voy por las ramas…

De cualquier forma, no es el cuadrito lo que me interesa. Estudio comunicación desde hace algunos años, intermitentemente. No tengo ganas de entrar en detalles sobre el cómo ni el cuándo. Recién ahora pude ordenarme un poco para cursar esta carrera, de la que solo espero entrenamiento, experiencias y conocimiento. Si hay algo que (creo) tiene de bueno "el campo de la comunicación", es que más allá del estudio teórico-académico, todo, absolutamente todo depende de la voluntad y capacidad de uno mismo de encarar trabajos, proyectos, actividades. No se piden “Comunicadores sociales” en los clasificados. El arquitecto hace puentes, el médico opera una vesícula, el abogado hace el papeleo de un divorcio. ¿Y nosotros, los “comunicadores sociales”? Sé que esto genera desconcierto, a veces. Y sé que en la carrera hay una deserción bestial. Ya me fui por las ramas otra vez…

Espero que sean cada vez más los estudiantes de comunicación que encuentren su camino…